El miedo a un fantasma viene por lo que éste sería capaz de hacerle a los vivos, aunque no haya casos comprobados de que esto en efecto sea real.
En la edad media era muy común que las personas tuvieran miedo de los fantasmas y demonios, motivados en gran parte por el papel que tenía la religión.
Pero no sólo es el hecho de morir y ser un fantasma lo que generó miedo. El miedo a la muerte no está estrictamente ligado al miedo a un fantasma.
El miedo a un fantasma en la antigüedad
Cuando los antiguos cazadores comprendieron que había una fuerza más tarde llamada naturaleza, adjudicaron su entorno a dioses con poderes más grandes que ellos mismos.
En el mundo de los hechos, un fantasma por sí mismo no es capaz de hacer daño; es el miedo que genera y sus formas de aprovechar eso lo que genera el caos.
El miedo a un fantasma se ha vuelto con el tiempo una arma de control de masas, lo que cambia es el su motivación. Primero fueron fantasma, ahora pueden ser los terroristas.
El miedo a un fantasma está en la mente
El miedo es una reacción psicológica de defensa. Cuando hablan de un fantasma, el miedo surge ante la posibilidad de estar en peligro en su presencia.
Esto le dio a la figura fantasmagórica un estatus por encima del humano terrenal. Así como había un fantasma para el bien, inevitablemente surgieron para el mal.
Así como siglos atrás el miedo a un fantasma podía justificar la sumisión de toda una población a un rey o una religión, el miedo hoy en día puede justificar la violación de derechos humanos y de privacidad.